El Señor es mi pastor, nada me falta.
En verdes praderas me hace descansar, Sal 23, (1-2)
Los seguidores de Jesús confiamos en Cristo Resucitado, acompañamos a nuestros ser querido fallecido con amor y con nuestra plegaria en ese encuentro Misterioso con Dios.
Una oración de confianza preside la liturgia de la Iglesia "En tus manos Padre de bondad, confiamos la vida de los que nos precedieron". Amén.